Berrinche

Casi todos los niños tienen rabietas cuando son pequeños. Las rabietas son naturales en los niños que son demasiado pequeños para expresar su ira y frustración con palabras. Son una parte normal del desarrollo infantil y ocurren con mayor frecuencia en niños de entre 2 y 3 años.

Las rabietas van desde quejarse y llorar hasta gritar, pateando golpear y contener la respiración.

Los niños pueden incluso tirarse al suelo, apretar los dientes, patear, golpear y golpear sus puños. Estos arrebatos emocionales liberan energía y atraen la atención.

Tanto los niños como las niñas tienen rabietas y la personalidad de su hijo también influirá.

Algunos niños son por naturaleza tranquilos y positivos, mientras que otros que son muy activos, intensos y persistentes pueden tener rabietas más intensas.

Las rabietas tienden a ocurrir con más frecuencia si un niño está ansioso, enfermo, temperamental, cansado o vive en un hogar estresante.

Causas de las rabietas

Las rabietas significan que su hijo está abrumado por sus sentimientos. Significa que necesitan tu ayuda.

Hasta cierto punto, las rabietas son un comportamiento que busca atención. A menudo ocurren cuando los niños están cansados, tiene hambre o se siente incómodo y quiere la atención de sus padres o cuidadores.

Frustración - los niños pueden frustrarse, especialmente cuando no pueden conseguir lo que quieren. Es una parte inevitable de la vida de los niños a medida que aprenden cómo las personas, los objetos y sus propios cuerpos funcionan.

Mala comunicación verbal - Las rabietas son comunes en un momento en que los niños están aprendiendo a hablar y, en general, pueden entender más de lo que pueden expresar.

Autonomía - los niños quieren un sentido de independencia y control sobre su entorno. A veces, cuando intentan algo, como intentar abrir un contenedor por su cuenta, si no pueden, podría ser más de lo que el niño pequeño puede manejar.

Evitar las rabietas

Las rabietas no siempre se pueden evitar. Pero puede hacerlos menos probables si evita el estrés, identificar y anticipar lo que los desencadena, y hablar sobre las emociones con su hijo. Aquí hay algunas ideas para fomentar el comportamiento positivo en su niño pequeño.

Recompense y elogie el buen comportamiento específico - asegúrese de que su niño reciba suficiente atención cuando se esté portando bien. Cuando su hijo se esté portando bien, felicítelo por ese comportamiento en particular.

Elecciones - Trate de darle a su hijo cierto control y opciones sobre pequeñas cosas. Esto puede satisfacer la necesidad de independencia y evitar las rabietas.

Anime a los niños a usar palabras - Anime a su hijo a usar palabras en lugar de gritar.

Reducir las tentaciones - Mantenga las cosas que no quiere que su hijo toque fuera de la vista y fuera de su alcance para reducir la probabilidad de que se desarrollen dificultades. Esto no siempre es posible especialmente fuera del hogar donde no se puede controlar el medio ambiente.

Distracción - Aproveche la poca capacidad de atención de su hijo moviéndose a un entorno diferente, cambiando actividades u ofreciéndoles un objeto diferente.

Nutriendo el éxito - prepare a su hijo para que tenga éxito cuando su hijo esté jugando o tratando de dominar una nueva tarea. Ofrezca juguetes y juegos apropiados para su edad. También comience con algo simple antes de pasar a tareas más desafiantes.

Conozca los límites de su hijo - si sabe que su hijo está cansado, o sentirse mal, no es el mejor momento para ir al supermercado o visitar a los amigos.

Responder a una rabieta

Puede responder a las rabietas ignorándolas o utilizando una estrategia de tiempo de espera:

  • Mantenga la calma, no complique el problema con su propia ira o frustración. Toma profundo Respira lentamente y trata de pensar con claridad.
  • Trate de no enojarse y no recurra a abofetear o golpear a su hijo.
  • Ignore el arrebato si la rabieta no representa una amenaza para su hijo o para los demás, pero permanezca a la vista para evitar que su hijo se sienta abandonado.
  • En lugares públicos o cuando el niño esté en peligro de hacerse daño, levante a su hijo y llévelo a un lugar tranquilo, lugar seguro para calmarse.
  • Distraiga a su hijo con otra actividad o cambie de ubicación.

Después de la rabieta

No recompense a su hijo después de una rabieta cediendo a sus demandas. Esto solo le demostrará a su hijo que la rabieta fue efectiva. En lugar de, elogie a su hijo por recuperar el control.

Los niños pueden sentirse vulnerables después de una rabieta cuando saben que su comportamiento no fue muy deseable. Este es un momento para un abrazo y la seguridad de que su hijo es amado, no importa qué.

Cuándo buscar ayuda profesional

La mayoría de los niños superan la fase de rabietas a la edad de 5 años. Si las rabietas de su hijo se vuelven más frecuentes, severo o destructivo, puede ser una señal de un problema mayor, como el estrés, un problema familiar o un problema de salud o de desarrollo.

Consulte a su médico o llame a Pregnancy Birth and Baby al 1800882436 para obtener asesoramiento si:

  • las rabietas aumentan en frecuencia, intensidad, o duración
  • un niño se lastima a sí mismo oa otros, o destruye la propiedad durante las rabietas
  • un niño aguanta la respiración y se desmaya, o tiene convulsiones durante las rabietas
  • las rabietas van acompañadas de frecuentes pesadillas, desobediencia extrema, reversión del entrenamiento para ir al baño, dolores de cabeza o de estómago, negativa a comer o irse a la cama, ansiedad extrema, mal humor constante o aferrarse a los padres
  • las rabietas persisten cuando su hijo ingresa a la escuela primaria
  • le preocupa que pueda lastimar a su hijo o que se exija más allá de los límites de su paciencia.