Enseñando a sus hijos Street Smarts

Enseñar a sus hijos habilidades callejeras

Estos son algunos de los mensajes básicos para enseñarle a su hijo una vez que comience a aventurarse solo a pie o en bicicleta:

  • Quédese en áreas con otras personas alrededor. No tome atajos por callejones, estacionamientos desiertos o terrenos baldíos.
  • Es mejor estar con un amigo o un grupo de amigos que viajar solo.
  • Manténgase alerta a su entorno. Observe quién camina cerca de usted, particularmente a su lado o detrás de usted. Tenga en cuenta los lugares a los que puede acudir para obtener ayuda de un adulto si es necesario.
  • Evite ir solo a un baño público. Si es necesario, tome el puesto más cercano a la puerta y salga rápidamente cuando haya terminado.
  • Nunca hables con extraños. Los adultos no necesitan pedir ayuda o instrucciones a los niños. Tampoco les quites cosas. Mantenga una distancia de dos brazos entre usted y los extraños para estar fuera del alcance.
  • No camine ni ande en bicicleta cerca de automóviles estacionados.
  • Las posesiones se pueden reemplazar, pero tú no. Si un acosador te amenaza en el camino a casa desde la escuela, por ejemplo, prepárate para dejar caer tu mochila o tus libros si tienes que huir.
  • Escucha tu instinto. Si sus instintos le dicen que algo se siente mal, no espere para averiguar si sus temores están justificados. Salga rápido y vaya a un área segura que tenga adultos alrededor que puedan ayudar.

Escenas del centro comercial

La calle principal de hoy es el centro comercial, con sus tiendas, cines, restaurantes y salas de juegos. Es un imán para los niños. Desafortunadamente, también atrae a los agresores.

Cuentos de la Zona de Seguridad

Los padres han invadido los sitios de Internet para averiguar si alguno de sus vecinos es un delincuente sexual convicto. Cuando Carolina del Norte instaló su sitio, hubo 340.000 visitantes en el primer mes. Los contactos eran tan numerosos en el sitio de Virginia que la policía estatal tuvo que conseguir nuevos equipos para duplicar la capacidad. Muchos estados tienen leyes, siguiendo el modelo de la “Ley Megan” de Nueva Jersey, que exigen que los registros de delincuentes sexuales violentos y sus direcciones se hagan públicos. Las listas generalmente están disponibles por correo, a veces por una tarifa. Varios estados han facilitado la obtención de la información al publicarla en Internet a pesar de las protestas de quienes ven esto como una invasión de la privacidad de los delincuentes.

Cuando determine que su hijo es lo suficientemente maduro para ir al centro comercial sin usted, pídale que esté en compañía de amigos en lugar de ir solo. Deje a los niños y recójalos en un área poblada y bien iluminada; un lugar cerca de las puertas del centro comercial es mucho más seguro que en el estacionamiento. Dele a su hijo billetes pequeños y recuérdele que no debe exhibir su dinero. Asegúrate de que tenga monedas para una llamada telefónica si quiere que la recojas temprano.

Recuérdele que si su instinto le dice que alguien podría representar una amenaza, debe hablar con un guardia de seguridad o un empleado de la tienda. ¡Más vale prevenir que curar!

La gente del autobús

Los niños de las zonas urbanas suelen utilizar los autobuses públicos o incluso el metro para ir y venir de la escuela. Si su hijo siente que está listo para comenzar a usar el transporte público, acompáñelo la primera o dos veces para asegurarse de que esté familiarizado con las paradas y tenga lugares seguros para esperar.

Dígale que se siente lo más cerca posible del conductor y que preste atención para no perder su parada y terminar en un lugar desconocido. Asegúrate de que tenga monedas para llamarte si pierde el autobús o el tren y llega tarde.

Hable con él sobre cómo protegerse si alguien lo molesta, como decirle a la persona que se detenga en voz lo suficientemente alta como para alertar a otros pasajeros.

No parezcas una víctima

Es posible que los niños no se den cuenta de que pueden evitar problemas simplemente por la forma en que caminan. Imagina que un ladrón está evaluando a la gente en la calle para elegir a su próxima víctima. ¿Es más probable que se aproveche de alguien que mira hacia abajo a sus pies, que no mira directamente a los demás o que no parece probable que pelee? ¿O va a elegir a alguien que camine con confianza y cuyo lenguaje corporal diga que está alerta y observando a las personas y la escena que la rodea?

Experto en seguridad

Enséñeles a sus hijos que es más seguro caminar por el lado de la calle donde los autos vienen hacia ellos. Es más fácil para un agresor detener su automóvil y agarrar a un niño por detrás, ya que el niño no puede ver lo que sucede detrás de él a menos que se dé la vuelta.

Evite las distracciones

Un niño es más vulnerable si está escuchando una grabadora personal a través de auriculares o leyendo algo mientras camina. Estas distracciones hacen que sea poco probable que se dé cuenta de que alguien viene por detrás.

¡Olvídate de la señorita Modales!

Los niños quieren ayudar; no quieren parecer maleducados. Probablemente han visto a sus padres responder a una pregunta de un extraño o dar instrucciones. Los niños pueden encontrarse con una persona sin hogar que pide monedas o un vendedor ambulante que busca hacer una venta.

Enséñele a su hijo a decir “no” (y a sonar como si lo dijera en serio) mientras mira directamente a la persona y luego sigue adelante. No debe disculparse ni preocuparse por herir los sentimientos de alguien. Si no quiere hacer esto, puede caminar rápidamente sin responder en absoluto.

El mismo consejo se aplica a los encuentros con extraños en lugares que no sean la calle. Si su hija está tomando un ascensor, por ejemplo, cuando se abre la puerta debe mirar quién está adentro antes de entrar; si se siente incómoda, puede esperar al siguiente. Si le preocupa que alguien la persiga, puede presionar el botón para salir al siguiente piso.

Siempre que su hijo esté en público y sienta que su seguridad está amenazada, su mejor defensa es pedir ayuda a gritos. Es comprensible que los agresores prefieran no llamar la atención.