Niño de cinco años amenaza con suicidarse

P El consejero vocacional de mi hijo de primer grado acaba de llamarme para informarme que mi hijo amenazó con suicidarse. Esto sucedió en el salón de clases. El consejero habló con él durante el almuerzo y le preguntó qué estaba sintiendo y tal. Estaba enojado y frustrado. Le dijo al consejero que sí sabía cómo hacerlo porque "Mi papá tiene una escopeta y sé dónde está". Como puedes imaginar, estoy fuera de mí. Y, no, no puede llegar al arma. A menudo ha dicho que desearía estar muerto e incluso me dijo que se suicidaría, pero siempre en un momento en que está enojado conmigo o necesita atención. Me encantaría saber qué hacer. ¡Este es un niño de cinco años! Creo que la atención es la palabra clave aquí, pero ¿cómo puedo estar seguro? R Por supuesto, ningún padre quiere atribuir las amenazas de suicidio de un niño pequeño como simples intentos de llamar la atención si estos deseos de muerte sugieren la ideación de un niño profundamente deprimido, asustado o abrumado emocionalmente. Él sabe que puede obtener la atención total de los adultos con estas amenazas de suicidio y probablemente continuará usándolas si logran lo que quiere.

Su hijo debe ver a un terapeuta profesional para que pueda tener un foro para decir lo que lo enoja, frustra y descuida tanto que se siente obligado a decir que quiere estar muerto. Estoy seguro de que está claro para usted, su esposo y cualquier otro miembro de la familia y amigos que su hijo nunca tener acceso a cualquier arma de fuego. Tendemos a pensar que los niños pequeños no pueden sentir depresión severa y/o ansiedad, pero sí pueden. Su hijo debe aprender a lidiar con su ira y frustración de manera más positiva, desde una posición de optimismo. Esta declaración en el aula sugiere que está buscando ayuda con algunas emociones que lo abruman.

También haría un inventario de cualquier evento importante que haya ocurrido en la familia (por ejemplo, la muerte de un miembro de la familia) que podría haberlo llevado a sentirse más desesperado. Consígale la ayuda profesional experimentada que necesita y asegúrese de que este terapeuta orientado a la familia lo incluya en el proceso terapéutico. Aborde esto como un problema familiar, no como una dificultad de su hijo.