Controlar su ira como padre

La ira es una emoción humana normal. Todos los padres se enojan de vez en cuando, pero si no puede controlar su ira, podría afectar negativamente a su hijo. Aquí hay algunas estrategias simples a seguir si encuentra que su ira se está descontrolando.

¿Qué causa la ira?

La ira es cuando su cuerpo reacciona a algo que siente como una amenaza. Liberas adrenalina tus músculos se tensan, su frecuencia cardíaca y su presión arterial aumentan, y tu cara y tus manos se sonrojan. A veces la gente se enoja mucho por la forma en que nacieron, su química cerebral o una condición médica. Pero generalmente es porque algo en su historia personal desencadena su enojo.

Los desencadenantes comunes de la ira incluyen perder la paciencia, sintiendo que no te aprecian, preocuparse por problemas y recuerdos de algo traumático que le ha sucedido en el pasado. Las personas a las que no se les enseñó cómo expresar y controlar su ira cuando eran niños tienen más probabilidades de tener arrebatos de ira cuando sean adultos.

Es muy normal que los padres de niños pequeños se enojen. Es un momento en el que estás lidiando con muchas cosas incluida la familia, trabaja, cuidado de la casa y actividades sociales. Estás ocupado y cansado por lo que puede ser difícil cuando los niños no se portan bien o las cosas no salen según lo planeado.

Otros desencadenantes comunes de la ira en los padres son cuando siente que su pareja no está ayudando, cuando su hijo se porta mal o se enoja con usted, o cuando está estresado por algo como las finanzas o las relaciones.

Algunas veces, tener un bebé puede desencadenar emociones y traumas de su propia infancia. Si experimentó un trauma o abuso cuando era niño, hay ayuda disponible de la Blue Knot Foundation en el 1300 657 380.

¿Cómo afecta su enojo a su hijo?

Todos se enojan, lo que importa es cómo lo manejas. Le está dando un buen ejemplo a su hijo si respira profundamente un par de veces y se aleja cuando está enojado. Pero si pierdes mucho la paciencia puede tener efectos negativos graves para su hijo.

Los niños a menudo se culpan a sí mismos cuando ven que los adultos en su vida se enojan. Los hace estresados ​​y esto puede afectar la forma en que se desarrollan sus cerebros en crecimiento. Vivir en un hogar donde hay mucha ira pone a su hijo en riesgo de padecer una enfermedad mental en el futuro.

Usar palabras hirientes hacia su hijo puede hacer que se sienta mal y sin valor. Puede hacer que se porten mal o se enfermen físicamente. Los niños reaccionan al enojo, padres estresados ​​por no poder concentrarse, tener dificultades para jugar con otros niños, volviéndose callado y temeroso o grosero y agresivo, o desarrollar problemas para dormir.

Nunca debe lastimar o castigar físicamente a su hijo, no importa lo que hayan hecho o lo enojado que estés. Las investigaciones han demostrado que castigar físicamente a los niños los pone en riesgo de comportamientos antisociales en el futuro, agresión, baja autoestima, problemas de salud mental y relaciones negativas.

Nunca sacuda a un bebé. Temblando violentamente, golpeando patear o arrojar a un bebé puede provocar la muerte, discapacidad o lesión grave.

Lidiando con tus sentimientos

La ira suele venir acompañada de otras emociones, incluida la ansiedad, depresión, decepción, preocuparse, vergüenza, frustración, dolor o miedo. Reconocer y lidiar con estas emociones lo ayudará a controlar su enojo.

Reprimir su ira puede provocar una explosión más adelante. Pero expresarlo de manera controlada significa que puede liberar algunas de las emociones subyacentes y comenzar a abordar lo que realmente lo enoja.

Trata de notar tus pensamientos negativos:"Nadie me ayuda nunca" o "¿Por qué eres tan travieso?". Cálmate y averigua qué es lo que realmente te hace sentir mal.

Estrategias para afrontar

La mejor manera de lidiar con la ira es reconocer las señales para poder actuar antes de que se salga de control.

Las señales de que se está enojando pueden incluir:

  • latidos cardíacos rápidos o respiración más rápida
  • hombros tensos
  • apretar la mandíbula o las manos
  • transpiración
  • estómago revuelto
  • sentirse agitado

Si nota estos signos, respire hondo e intente ralentizar su respiración. Sal de la habitación y ve a un lugar tranquilo para calmarte. También puedes ir a caminar, tome una ducha tibia o escuche música relajante.

Si su hijo está haciendo algo que lo enoja, cuente hasta 10 antes de reaccionar. Trate de encontrar palabras positivas en lugar de negativas. Hágale saber a su hijo que es su comportamiento lo que no le gusta, ellos no.

Si pierde los estribos con su hijo, disculparse después. Esto da un buen ejemplo y le permite a su hijo saber que está bien sentirse enojado a veces, siempre y cuando lo maneje bien.

Después de que te hayas calmado, tómese un momento para recordar qué le hizo enojar y cómo reaccionó. Esto puede ayudarlo a reaccionar mejor la próxima vez.

Cuando buscar ayuda

Si nota que se enoja mucho o tiene problemas para controlar su enojo, hay ayuda disponible.

Empiece por hablar con su médico de cabecera, quien puede ponerlo en contacto con un psicólogo o consejero si es necesario. Ellos pueden ayudarlo a escribir un plan para manejar su enojo.

Para obtener consejos sobre cómo manejar el comportamiento infantil difícil, llamar embarazo, Birth and Baby al 1800 882 436 para hablar con una enfermera de salud maternoinfantil.

Si cree que podría lastimarse a sí mismo oa su hijo, llame a Lifeline al 13 11 14.