Un enfoque doble para el buen comportamiento

P Mi hijastro de siete años se ha estado portando mal en la escuela:siempre habla fuera de lugar, se niega a hacer su trabajo y se levanta de su asiento. No se comporta así en nuestra casa porque sabe que no es apropiado. Hemos intentado todo para ayudarlo a mejorar su comportamiento:quitarle sus juguetes, negarle privilegios y proporcionarle una tabla de recompensas, y aún continúa comportándose mal. Que mas podemos probar? R Hable con el maestro de su hijastro y decida uno o dos comportamientos para trabajar primero. Pídele al maestro que te envíe una nota diaria (esto podría ser tan simple como una cara sonriente o una marca de verificación) para decirte cómo lo hizo, luego haz un seguimiento en casa.

Usted dice que una tabla de recompensas no ha funcionado, pero intente nuevamente enfocarse en lo positivo. La clave de cualquier sistema de recompensas es usarlo consistentemente durante un largo período de tiempo. Siéntese con su hijastro cuando esté tranquilo y pregúntele por qué recompensas está dispuesto a trabajar. Tenga en cuenta que las recompensas no tienen que costar dinero:un buen día puede ganar un cuento adicional antes de acostarse, 15 minutos de tiempo en la computadora o una caminata alrededor de la cuadra solo con usted. Dos o tres días buenos en una semana pueden hacer que un amigo juegue el fin de semana. Puede aumentar el tiempo requerido para ganar una recompensa y abordar otros comportamientos a medida que mejora su conducta.

Hable también con el consejero de la escuela. Es posible que pueda darle a su hijastro algo de tiempo individual o incluirlo en un grupo pequeño sobre el buen comportamiento. El consejero también puede observar a su hijastro en el salón de clases y ayudar al maestro a ver algunas formas de mejorar la situación allí. Cambiar el asiento de su hijastro o comenzar un sistema de recompensas positivo para toda la clase puede marcar una gran diferencia en su comportamiento.