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Los niños en guarderías están infectando a padres, hermanos y maestros, dice el CDC

Durante los meses previos al nuevo año escolar, la secretaria de Educación Betsy DeVos, el presidente Trump y otros líderes impulsaron la narrativa de que los niños tienen un riesgo mínimo de enfermarse gravemente y que estarían seguros al regresar a sus actividades normales. Si bien es cierto que la mayoría de los niños se recuperan del virus, la narración es engañosa, ya que no tiene en cuenta a los amigos, familiares, cuidadores y otras personas que pueden contraer la COVID-19 de los niños infectados.

Ahora, los niños en las guarderías se están contagiando de COVID-19 y llevándoselo a casa, según un nuevo estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los hallazgos inquietantes podrían ser motivo de preocupación a medida que los niños de todo el país regresan a la escuela y al cuidado infantil a tiempo completo.

Lo que los investigadores encontraron sobre la infección y transmisión de COVID-19 en los niños

Investigadores de los CDC analizaron datos de tres brotes de COVID-19 en guarderías de Utah entre abril y julio. En general, 12 niños se infectaron en los centros de cuidado infantil y la mayoría no mostró síntomas; sin embargo, a través del rastreo detallado de contactos, los investigadores pudieron determinar que esos niños infectados transmitieron el virus a al menos una de cada cuatro personas con las que estuvieron en contacto cercano fuera de sus instalaciones de cuidado infantil.

La transmisión ocurrió de los niños a los padres, hermanos y maestros. En un caso, un bebé de 8 meses se infectó con COVID-19 en la guardería y se lo contagió a ambos padres. En al menos un caso, uno de los padres tuvo que ser hospitalizado por sus síntomas.

Cabe señalar que los centros de cuidado infantil habían implementado estrategias de seguridad para limitar la propagación de la COVID-19, incluidos controles de temperatura y pedir a los miembros del personal que usaran máscaras. Sin embargo, algunos miembros del personal aún venían a trabajar "mientras sus contactos domésticos estaban enfermos con síntomas compatibles con COVID-19", según el informe.

Los hallazgos son particularmente preocupantes cuando se combinan con los resultados de un informe separado de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), que muestra que más de medio millón de niños han sido infectados con COVID-19 en los EE. UU. Los niños representan alrededor del 10% de todos los casos de COVID-19 en EE. UU., según los datos, y hay 729 casos por cada 100 000 niños.

La mayoría de los niños experimentan infecciones leves. Según el informe de la AAP, los niños representan solo entre el 0,6 y el 3,6 % del total de hospitalizaciones notificadas y hasta el 0,3 % de todas las muertes por COVID-19. Pero la tasa de transmisión informada por los CDC demuestra que incluso los niños que tienen síntomas mínimos y se recuperan por completo podrían potencialmente transmitir el virus a personas más vulnerables.

Qué pueden hacer los padres y cuidadores

Para prevenir la transmisión de COVID-19, los CDC recomiendan que:

• El personal y los niños mayores de 2 años usan mascarilla.

• Las personas en un entorno de cuidado infantil se ponen en cuarentena y se hacen la prueba si un miembro de su hogar presenta síntomas de COVID-19.

• Todos los contactos de pacientes con COVID-19 en entornos de cuidado infantil se hacen la prueba para ayudar a limitar la propagación del virus.

A medida que nos acercamos a la temporada de otoño y frío, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dice que los estadounidenses deben estar atentos a seguir las pautas de seguridad para evitar un aumento de las infecciones. “Nunca, nunca subestimes el potencial de la pandemia. Y no intentes mirar el lado positivo de las cosas”, dijo en un panel de discusión con médicos de la Escuela de Medicina de Harvard. “Necesitamos agacharnos y superar este otoño e invierno porque no será fácil”.