Preparación para el jardín de infantes:deportividad

Ser un buen deportista

Preparación para jardín de infantes:deportividad

Ser un buen deportista es un concepto difícil de comprender para los niños. Los niños pequeños, naturalmente, quieren ser los primeros en la fila o los ganadores de todos los juegos, y cuando no ganan o no llegan a ser los primeros, puede resultarles frustrante. Es difícil para los niños pequeños pensar más allá de sus propios deseos o necesidades o más allá de sus circunstancias inmediatas y considerar las posibilidades que se avecinan. El espíritu deportivo no es una habilidad que se enseña en una sola lección, sino que es un proceso continuo de desarrollo del carácter, la empatía, la amabilidad, la paciencia, la autoconciencia, la conciencia de la comunidad y el autocontrol.

Lo que su hijo debe saber
La deportividad tiene muchos aspectos. Su hijo debe saber:

  • Que cuando las cosas no salen como él esperaba, es importante seguir intentándolo
  • Cómo expresar sentimientos de frustración o decepción a los demás de tal manera que le ayude a seguir siendo un miembro positivo de su comunidad
  • Cómo mostrar a los demás que se preocupa por ellos

Cómo puede ayudar

Todas las lecciones enumeradas anteriormente toman tiempo, oportunidad y probablemente se desarrollarán después de derramar algunas lágrimas en el camino. Como padre, puede ayudar a su hijo guiándolo con paciencia a través de las lágrimas y hacia una nueva comprensión de cada situación. Aquí hay algunas oportunidades naturales para ayudarlo a aprender a manejar sus sentimientos y desarrollar el autocontrol y la paciencia.

  • Juegue juegos de mesa simples o juegos de viaje en los que su hijo puede no ser el ganador a veces. Si se molesta por perder, ayúdelo a tener una perspectiva de lo que le molesta tanto. Pregúntele por qué está molesto e invite a conversar sobre la situación y los sentimientos que tiene sobre la situación. Recuerde, expresar sentimientos o decepción no está mal. Lo que es dañino es expresar esos sentimientos de una manera que cause daño a su hijo oa los demás. Manténgase enfocado en ayudar a su hijo a expresar constructivamente sus sentimientos de decepción o frustración.
  • Sea un modelo a seguir de buen comportamiento deportivo para su hijo.
  • Dé a su hijo muchas oportunidades para jugar con otros niños de su misma edad y el espacio adecuado que necesita para superar los momentos frustrantes o decepcionantes sin su intervención. A medida que los niños pequeños atraviesan conflictos o decepciones naturales de la infancia en un entorno seguro, comenzarán a desarrollar habilidades saludables para superar estos problemas más adelante en la vida.
  • Sea un buen oyente y envíe una invitación abierta para que su hijo hable con usted sobre sus sentimientos de frustración. A veces, los sentimientos que se expresan pueden no parecer razonables o racionales, pero su capacidad para verbalizar esas frustraciones de manera constructiva para usted o para los demás es parte del proceso de desarrollo de un sentido saludable de autoestima y autocontrol.
  • Si resulta que su hijo gana en la mayoría de los juegos, ayúdelo a ser respetuoso con los demás en lugar de ser fanfarrón o desconsiderado.
  • Ayude a su hijo a reflexionar sobre su propio comportamiento y el comportamiento de los demás. Cuando sea necesario, ayúdelo a hablar sobre qué más se podría haber dicho o hecho para que la situación fuera más positiva para todos los involucrados.

El proceso de desarrollar un buen espíritu deportivo es un esfuerzo continuo de prueba y error, conversaciones y experiencias que requerirán su paciente orientación y apoyo a lo largo del camino.

Reflexionar, Revisar, Revisitar
Evaluar la deportividad puede ser fácil y complejo, dependiendo de la personalidad de su hijo. Mientras interactúa con los demás, podrá observar la respuesta de su hijo a ganar o perder, salirse con la suya o no, y ser el primero o el último en la fila. Use sus respuestas como una oportunidad para evaluar si se están formando o no hábitos saludables y como base para brindar orientación y apoyo cuando sea necesario. Involúcrelo en conversaciones que lo guiarán en la dirección de buenas decisiones y un sentido saludable de autoestima y autocontrol.