Desequilibrio entre leche anterior y posterior:causas, signos y cómo manejarlo

EN ESTE ARTÍCULO

En los primeros seis meses de vida de un bebé, la leche materna ofrece todos los nutrientes vitales necesarios para su desarrollo (1). Sin embargo, si su bebé no recibe suficiente leche materna del tipo adecuado, puede desarrollar un desequilibrio entre la leche anterior y la posterior, lo que puede ocasionar otros problemas (2).

Una disparidad entre la leche anterior y la posterior podría causar irritabilidad, dificultades gastrointestinales y heces verdes en los bebés. De ahí que, dada su importancia, las nuevas mamás puedan estar preocupadas por la composición y cantidad de la leche materna que consume su pequeño.

Siga leyendo para conocer las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior.

¿Qué son la leche anterior y la posterior?

La leche anterior es la leche que sale al comienzo de una sesión de lactancia, mientras que la leche final es la leche disponible hacia el final (3). Contrariamente a la creencia popular, la leche inicial y la leche final no son dos tipos distintos de leche. Son términos para describir las diferencias en la composición de la leche materna durante el transcurso de una toma.

La consistencia y composición de la leche inicial y final pueden ser ligeramente diferentes. La primera leche puede ser más delgada con un contenido de grasa más bajo en comparación con la leche final. El grado de diferencia en el contenido de grasa de la leche inicial y final depende de la cantidad de tiempo que la leche permanece en los conductos lácteos, los intervalos entre tomas y la cantidad de leche que toma el bebé durante una toma (3).

Durante la producción de leche, la grasa se adhiere a las células productoras de leche llamadas alvéolos y la parte acuosa de la leche se mueve hacia el pezón. Un intervalo largo entre tomas puede hacer que los senos se llenen, lo que hace que la primera leche sea más acuosa. Esta leche acuosa es baja en grasa con alto contenido de lactosa. Sin embargo, si el bebé se alimenta con frecuencia, se observa una menor diferencia en el contenido de grasa de la leche anterior y posterior (3) (4).

¿Qué es el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior?

El desequilibrio entre la leche anterior y la posterior es un término más antiguo para la sobrecarga de lactosa (3). Es una condición en la cual el bebé recibe más leche inicial baja en grasa, alta en lactosa y más acuosa que la leche final alta en grasa. Como la grasa retarda el paso de la leche, la leche baja en grasa y alta en lactosa puede pasar el tracto digestivo antes la lactosa se digiere, lo que puede provocar problemas gastrointestinales (2).

¿Qué causa el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior?

El desequilibrio entre la leche anterior y la posterior ocurre debido al consumo de grandes cantidades de leche baja en grasa. Esto puede deberse a las siguientes razones (2) (3).

  • Exceso de oferta de leche.
  • Aumento del tiempo entre tomas, lo que hace que los senos de la madre se llenen en exceso.
  • Cambiar de pecho sin drenar uno correctamente durante las sesiones de lactancia.

¿Cuáles son algunos síntomas comunes del desequilibrio entre la leche anterior y la posterior?

La mala digestión de la lactosa provoca problemas gastrointestinales. Estos son algunos síntomas comunes del desequilibrio entre la leche anterior y la posterior en los bebés.

  • Problemas de gases

Los bebés pueden sufrir problemas gástricos, como hinchazón, calambres intestinales, dolor de estómago y flatulencia debido al gas producido por la fermentación bacteriana de la lactosa no digerida (2) (5).

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  • Lactancia frecuente

La primera leche fina y acuosa no satisface a los bebés y, además, el dolor gástrico los hace sentir incómodos, por lo que pueden buscar consuelo al amamantar y pueden actuar con hambre. La alimentación puede proporcionar un alivio temporal al liberar el gas y la caca, pero puede acumular más lactosa, lo que provoca más gases e incomodidad (5).

  • Aumento de regurgitaciones

Los bebés pueden escupir o vomitar leche como resultado de la sobrealimentación (2).

  • Heces verdes

El color de la caca de su bebé puede cambiar. Puede volverse espumoso y verde, parecido a las heces de los bebés con intolerancia a la lactosa (5).

  • Erupciones en la parte inferior

Las heces del bebé pueden volverse ácidas y causar quemaduras y erupciones del pañal (5).

  • Micción frecuente

Un bebé con desequilibrio entre la leche anterior y la posterior generalmente orina más de diez veces al día debido al consumo excesivo de leche acuosa que puede pasar por el estómago demasiado rápido (5).

  • Defecación instantánea después de la sesión de alimentación

El bebé puede hacer caca inmediatamente después de amamantar. Esto es causado por el gran volumen de leche baja en grasa que se mueve rápidamente a través del tracto intestinal sin una digestión adecuada (2).

Además de estos síntomas, su bebé también puede mostrar otros signos, como insomnio o vigilia, inquietud durante la alimentación, gruñidos excesivos en las primeras horas de la mañana, mucho llanto y aumento excesivo de peso.

¿Cuándo debe preocuparse por un desequilibrio?

Por lo general, un desequilibrio se puede corregir en cuestión de días observando de cerca a los amamantados y cambiando el comportamiento de alimentación. Sin embargo, si el bebé continúa inquieto y los síntomas se vuelven más severos, es bueno consultar a un pediatra.

¿Cómo lidiar con el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior?

Las siguientes son algunas formas que podría implementar para controlar el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior.

  • Permitir que el bebé se alimente con eficacia

Amamantar a un bebé necesita tiempo y un ojo vigilante. Deje que el bebé se alimente de manera efectiva con signos de transferencia de leche, como succiones regulares y tragos audibles durante la sesión, y evite separar al bebé en medio de la toma, a menos que necesite un descanso para eructar.

  • Permita que el bebé se agarre bien

Asegúrese de que el pestillo sea profundo, ya que esto puede ayudar al bebé a manejar mejor el flujo de leche (3).

  • Aumente el tiempo de alimentación en cada pecho

Cambiar frecuentemente de un seno a otro puede crear un desequilibrio. En su lugar, permita que su bebé termine de alimentarse del primer lado antes de ofrecerle el segundo lado. Comience la próxima toma con el seno con el que terminó la última toma. Esto asegura que el bebé esté transfiriendo leche de manera efectiva de cada pecho y permite un suministro equilibrado de leche anterior y posterior (2).

También puede detenerse por unos momentos antes de mover al bebé a otro seno. Tomar un descanso puede ayudar a que el bebé se alimente durante más tiempo. Haga eructar al bebé, relájese por unos momentos y limpie el exceso de leche de la boca del bebé. Reanudar después de algún tiempo en el otro lado.

  • Extraiga un poco de leche antes de la sesión de alimentación

Bombear suavemente o extraer manualmente alrededor de una onza de leche antes de amamantar puede reducir la cantidad de leche inicial acuosa. Esto también puede regular el flujo de leche si el seno está demasiado lleno o en el caso de una bajada hiperactiva (6).

  • Alimente al bebé inmediatamente cuando tenga hambre

Un bebé hambriento succionará más vigorosamente. Esto podría provocar un flujo de leche forzado y el consumo de una mayor cantidad de leche inicial. Para evitar esto, alimente al bebé inmediatamente cuando tenga hambre.

  • Utilice el método de alimentación en bloque

Podría emplear la alimentación en bloque para regular la producción de leche en caso de un exceso de oferta. Alimente con un seno durante un tiempo determinado (3 a 4 horas dependiendo del suministro de leche) y cuando el seno esté lo suficientemente drenado de leche, cambie al otro seno.

Esto asegurará que el bebé obtenga la cantidad requerida de leche alta en grasa al alimentarse de ambos senos. La leche alta en grasa también se moverá lentamente a través del tracto intestinal del bebé, lo que permitirá una digestión adecuada de la lactosa (2) (5).

Puede seguir este patrón durante unos días hasta que se resuelva el problema. Sin embargo, debe verificar si el bebé está lo suficientemente satisfecho después de alimentarlo de un lado. Si un seno parece demasiado blando y el bebé está angustiado, cambie al otro seno (2) (5).

Por lo general, no se recomienda la alimentación en bloque durante las primeras 6 a 8 semanas posteriores al parto, cuando los niveles de la hormona productora de leche son altos y se debe extraer la leche de los senos con frecuencia para establecer un suministro de leche adecuado y evitar la obstrucción de los conductos lácteos/mastitis. Siempre consulte con su especialista en lactancia/proveedor de atención médica antes de aplicar el método de alimentación en bloque.

  • Pruebe diferentes posiciones

Algunas posiciones para amamantar pueden ayudarla a regular el flujo de leche para el bebé. Intente alimentar al bebé acostándose de lado, pecho con pecho con el bebé (3). Es una posición cómoda tanto para ti como para el bebé.

Recostarse boca arriba es otra posición que se puede utilizar (3). Recuéstese en una cama o silla y coloque al bebé sobre su pecho. Su cabeza debe estar cerca de tus senos, permitiendo el contacto visual. La posición le da al bebé más control y libertad para moverse.

  • Alimentar con más frecuencia

Mantener un horario y alimentar al bebé con regularidad permite que los senos drenen bien y se llenen con proporciones equilibradas de leche inicial y final. Esto también ayuda a que el bebé obtenga tanto la leche inicial como la final en lugar de solo la leche inicial que se puede acumular debido a la mayor duración entre las tomas (3).

Mitos sobre el desequilibrio entre leche anterior y posterior

Los conceptos erróneos con respecto a los términos leche anterior y posterior y el desequilibrio son abundantes. Hemos desacreditado algunos de ellos a continuación.

Mito 1:si el bebé no recibe leche final, no ganará el peso adecuado

Verdad: El aumento de peso en los bebés está relacionado con el consumo general de leche, no solo con la leche final. Si se alimentan bien durante el día y consumen suficiente leche según su requerimiento dietético (un promedio de alrededor de 750 ml a 1000 ml por día), el aumento de peso no se verá afectado (4).

Mito 2:si los bebés se alimentan con frecuencia, reciben una mayor cantidad de leche inicial que de leche final, lo que provoca un desequilibrio entre la leche anterior y la posterior

Verdad: La concentración de grasa en la leche aumenta gradualmente a medida que el bebé comienza a mamar. Cuando los bebés se alimentan con frecuencia, logran drenar los senos. Por lo tanto, una persona que se alimenta con frecuencia puede comenzar consumiendo leche baja en grasa, pero eventualmente obtiene leche alta en grasa (4).

Mito 3:si su bebé expulsa caca verde, significa que tiene un desequilibrio entre leche anterior y posterior

Verdad: La caca verde por sí sola no indica un desequilibrio entre la leche anterior y la posterior (sobrecarga de lactosa). Varios factores pueden provocar heces verdes, como enfermedades, alergias, una dieta deficiente, una dieta de la madre rica en vegetales de hojas, suplementos de hierro, ciertos medicamentos y alimentos que pasan demasiado rápido por el intestino.

Las heces verdes también están presentes en bebés con intolerancia a la lactosa. Por lo tanto, consultar a un profesional médico es fundamental para un diagnóstico correcto (2) (3).

Mito 4:La primera leche es siempre baja en grasas

Verdad: La proporción de grasa en la leche anterior y posterior difiere según el patrón de alimentación. Hay una variación más significativa en el contenido de grasa de la leche inicial y final cuando hay una gran diferencia entre los alimentos. Cuando la duración entre tomas es corta, la primera leche de esa sesión en particular puede tener un contenido de grasa más alto que la leche final de una sesión de alimentación diferente (4).

El manejo adecuado de la alimentación puede ser una solución efectiva para tratar el desequilibrio entre la leche anterior y la posterior (2). Trate de comprender e interpretar las señales de hambre de su bebé para ayudar a manejar el problema. Una vez que el desequilibrio esté bajo control, el bebé estará menos irritable y los síntomas desaparecerán lentamente.