Desafío a la autoridad en el hogar

P Mi hijo de siete años es muy inteligente, pero tiene dificultades para lidiar con las figuras de autoridad en el hogar. Pregunta por qué y discute cuando se le pide que haga algo. Su puntaje de coeficiente intelectual es 120 y está en segundo grado. No tiene problemas en la escuela con sus maestros. ¿Cómo podemos manejar este conflicto sin dañar su pensamiento y habilidades independientes? R No es raro que los niños superdotados utilicen sus habilidades verbales avanzadas en "debates" en casa contra los padres. Cuando menciona que su hijo se está portando bien en la escuela, lo tomo como una buena señal de que su hijo es capaz de adaptarse a la estructura y los límites. La libertad de expresión ciertamente tiene su lugar, pero ciertas cosas, por qué necesita limpiar su habitación o por qué necesita cuidar a una mascota, ¡no son foros de debate!

Le sugiero que tenga una reunión familiar para delinear qué tareas son capaces de hacer sus hijos. Decidir con qué frecuencia se deben realizar ciertas tareas. Haga un contrato y haga que su hijo firme eso. La finalización exitosa de tareas o deberes le otorga privilegios (como mirar televisión o usar la computadora). Es esencial tener un concepto de "trabajo primero, recompensa después" cuando los niños son pequeños. Es muy difícil hacer que un estudiante de secundaria se interese repentinamente en el cumplimiento después de años de debate abierto. Si su joven abogado tiene una queja sobre la forma en que se está manejando algo, puede escribirla y mencionarla en la próxima reunión familiar.

A algunos niños dotados verbalmente les fascina escucharse a sí mismos hablar. Son buenos en eso y es posible que no se den cuenta cuando están sobrepasando los límites o interrumpiendo. He tenido buenos resultados al desarrollar una señal privada (no verbal) con un niño que significa que es hora de estar callado. La señal dice:"Es hora de callar y escuchar. Pronto tendrás la oportunidad de hablar de nuevo". Si su hijo cumple con la señal, recompénselo verbalmente. Si cumple con frecuencia, entonces podría ganar puntos para canjearlos por no tener que hacer una determinada tarea (ocasionalmente).

Trate siempre de modelar la consideración en los diálogos entre todos los miembros de la familia. Nuestro comportamiento sigue siendo el mejor ejemplo para nuestros hijos.