¿Cómo pueden los padres modelar buenas habilidades para escuchar?

¿Cómo pueden los padres modelar buenas habilidades para escuchar?

Escuche mejor, aprenda más
En uno de los Family Circus tiras cómicas, la niña mira a su padre, que está leyendo el periódico, y le dice:"Papá, tienes que escucharme con los ojos además de con los oídos".

Esa declaración dice casi todo lo que hay que decir acerca de escuchar, ya sea en nuestras conversaciones personales o en el aprendizaje en la escuela.

¿Las habilidades auditivas afectan el aprendizaje? Escuchar no es una materia escolar como leer y escribir. Muchos de nosotros parecemos sentir que es algo natural y que mientras podamos escuchar las instrucciones sobre cómo encontrar el baño, no es necesario decir nada más. Los últimos estudios revelan que escuchar es una parte muy importante del aprendizaje escolar y es uno de nuestros principales medios para interactuar con otras personas a nivel personal. Se estima que entre el 50 y el 75 por ciento del tiempo de clase de los estudiantes se dedica a escuchar al maestro, a otros estudiantes oa los medios de audio.

¿Pueden los padres guiar a sus hijos para que escuchen mejor? De acuerdo con la investigación sobre las habilidades de escucha, ser un buen oyente significa centrar la atención en el mensaje y revisar la información importante. Los padres pueden modelar un buen comportamiento de escucha para sus hijos y asesorarlos sobre formas de escuchar como un aprendiz activo, seleccionar los puntos destacados de una conversación y hacer preguntas relevantes. A veces ayuda "mostrar" a los niños que un oyente activo es aquel que mira a los ojos al orador y está dispuesto a apagar la televisión para asegurarse de que el oyente no se distraiga con interferencias externas.

Pautas para escuchar bien
Muéstrese interesado y atento. Su hijo puede saber si tiene su interés y atención por la forma en que responde o no. Olvídate del teléfono y otras distracciones. Mantenga el contacto visual para demostrar que realmente está con su hijo.

Anímelo a hablar. Algunos niños necesitan una invitación para empezar a hablar. Podrías comenzar con "Cuéntame sobre tu día en la escuela". Es más probable que los niños compartan sus ideas y sentimientos cuando otros los consideran importantes.

Escuche pacientemente. La gente piensa más rápido de lo que habla. Con un vocabulario y una experiencia limitados para hablar, los niños a menudo tardan más que los adultos en encontrar la palabra correcta. Escucha como si tuvieras mucho tiempo.

Escuche a los niños. Evite interrumpir a los niños antes de que hayan terminado de hablar. Es fácil formarse una opinión o rechazar los puntos de vista de los niños antes de que terminen lo que tienen que decir. Puede ser difícil escuchar con respeto y no corregir conceptos erróneos, pero respetar su derecho a tener y expresar sus opiniones.

Escuchar mensajes no verbales. Muchos mensajes que envían los niños se comunican de manera no verbal por su tono de voz, sus expresiones faciales, su nivel de energía, su postura o cambios en sus patrones de comportamiento. A menudo se puede saber más por la forma en que un niño dice algo que por lo que dice. Cuando un niño llega obviamente molesto, asegúrese de encontrar un momento tranquilo en ese momento o en algún momento del día para ayudarlo a explorar esos sentimientos.

Sugerencias para mejorar la comunicación
Estar interesado. Pregunte sobre las ideas y opiniones de su hijo con regularidad. Si le demuestras que estás realmente interesado en lo que piensa y siente, y quieres saber cuáles son sus opiniones, se sentirá cómoda al expresarte sus pensamientos.

Evite las preguntas sin salida. Hágale a su hijo el tipo de preguntas que extenderán la interacción en lugar de interrumpirla. Las preguntas que requieren un sí, un no o una respuesta correcta llevan una conversación a un callejón sin salida. Las preguntas que le piden que describa, explique o comparta ideas prolongan la conversación.

Ampliar la conversación. Trate de captar una parte de la conversación de su hijo. Responda a sus declaraciones haciéndole una pregunta que repita o use algunas de las mismas palabras que ella usó. Cuando usa las propias frases o términos de su hijo, fortalece su confianza en sus habilidades verbales y de conversación y le asegura que sus ideas están siendo escuchadas y valoradas.

Comparta sus pensamientos. Comparta lo que está pensando con su hijo. Por ejemplo, si no sabe cómo reorganizar los muebles, involucre a su hijo con preguntas como:"No estoy seguro de dónde poner este estante. ¿Dónde crees que sería un buen lugar?".

Observe las señales. Observe a su hijo en busca de señales de que es hora de terminar una conversación. Cuando comience a mirar al vacío, dar respuestas tontas o pedirte que repitas varios de tus comentarios, probablemente sea hora de detener el intercambio.

Reflejar sentimientos. Una de las habilidades más importantes de los buenos oyentes es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona:empatizar con el orador al intentar comprender sus pensamientos y sentimientos. Como padre, trate de reflejar los sentimientos de su hijo repitiéndolos. Podrías reflejar sus sentimientos comentando:"Parece que estás enojado con tu profesor de matemáticas". Repetir o reformular lo que dijo su hijo es útil cuando está experimentando emociones poderosas de las que tal vez no sea plenamente consciente.

Ayuda a aclarar y relacionar experiencias. Mientras escucha, trate de aclarar los sentimientos de su hijo expresándolos con sus propias palabras. Tu vocabulario más amplio puede ayudarlo a expresarse con la mayor precisión y claridad posible y brindarle una comprensión más profunda de las palabras y los pensamientos internos.

Los padres son clave en el desarrollo de las habilidades de comunicación de los niños
Los padres juegan un papel esencial en el desarrollo de las habilidades de comunicación de los niños porque los niños pasan más tiempo con sus padres que con cualquier otro adulto. Los niños también tienen una relación más profunda con sus padres que con cualquier otro adulto y la familia como unidad tiene un contacto de por vida con sus miembros. Los padres controlan muchos de los contactos que un niño tiene con la sociedad, así como los contactos de la sociedad con el niño.

Adultos, padres y maestros dan un poderoso ejemplo de buena o mala comunicación. Las habilidades de comunicación están influenciadas por los ejemplos que los niños ven y escuchan. Los padres y maestros que escuchan a sus hijos con interés, atención y paciencia dan un buen ejemplo. La mayor audiencia que pueden tener los niños es un adulto que sea importante para ellos y esté interesado en ellos.

Fuente:¿Cómo pueden los padres modelar buenas habilidades para escuchar? Red Nacional de Información para Padres