Importancia del juego en la primera infancia (9 beneficios e infografía)

En este artículo, veremos nueve increíbles beneficios del juego en el desarrollo infantil. También revisaremos los resultados de la investigación que destacan la importancia del juego.

Importancia del juego en la primera infancia

Muchos padres conocen intuitivamente la importancia del juego en el desarrollo infantil, pero a pesar de sus muchos beneficios, rara vez asociamos el juego con el aprendizaje.

Para la mayoría de las personas, aprender implica adquirir una nueva habilidad específica, como memorizar alfabetos, contar, escribir, etc. A menudo creen que jugar es solo por diversión y no implica un aprendizaje real.

Sin embargo, según estudios, jugar es aprender . Los niños aprenden a través de experiencias de juego.

La importancia del juego en la educación de la primera infancia no se puede subestimar porque jugar es esencial para el crecimiento de un niño.

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9Beneficios del juego

1. Estimular el desarrollo cerebral temprano

El juego infantil puede promover el desarrollo del cerebro de muchas maneras, incluso proporcionando al niño una mejor comprensión del mundo y sentando las bases para el crecimiento posterior del cerebro.

Al nacer, los cerebros de los bebés están equipados con una sobreabundancia de conexiones de células cerebrales (sinapsis). La sobreproducción de sinapsis permite que la información capturada desde los primeros años construya una base para el cerebro.

Un entorno enriquecido con el juego, el juego sensorial y los juguetes para jugar brindan las experiencias de vida perfectas como bloques de construcción. La falta de juego hará que se pierdan las conexiones neuronales relacionadas con el juego.

Los neurocientíficos descubrieron que el enriquecimiento como los juguetes, los juegos y el juego pueden alterar la química del cerebro y el desarrollo del niño. El área del cerebro asociada con el procesamiento cognitivo superior (la corteza cerebral) puede beneficiarse del enriquecimiento ambiental y del juego de los niños más que otras partes del cerebro.

2. Mejorar la inteligencia

El juego temprano también tiene un papel importante en el desarrollo intelectual de un niño.

Un estudio de la Universidad de Arkansas muestra que ofrecer regularmente juguetes a los bebés para que jueguen conduce a un mayor coeficiente intelectual a los tres años. Posteriormente, el psicólogo Edward Fisher analizó 46 estudios realizados sobre el juego. Descubrió que jugar podía mejorar el desarrollo cognitivo, lingüístico y social de un niño.

3. Despertar el pensamiento creativo

Quizás el beneficio más obvio de jugar es que aumenta la creatividad de un niño.

La creatividad está estrechamente ligada al pensamiento divergente, que es el proceso de pensamiento que explora muchas soluciones posibles y genera nuevas ideas. Muchos estudios han encontrado que jugar está altamente asociado con el pensamiento divergente.

Para probar esta asociación en un estudio, los investigadores asignaron al azar a 52 niños, de seis a siete años, a dos actividades. En la primera actividad, los niños copiaron un texto de una pizarra. En el segundo, los niños jugaban con masa de sal.

Más tarde, se pidió a todos los niños que realizaran un proyecto creativo. Un panel de diez jueces encontró que los proyectos creados por los niños del grupo de masa salada tenían cualidades creativas más altas que los del otro grupo.

Otros estudios también han asociado el juego libre, especialmente el juego imaginativo, con una mejora significativa en el pensamiento divergente.

El juego libre o independiente es una forma de juego no estructurada que anima a los niños a diseñar su propio juego. El juego de simulación requiere que un niño imagine escenarios y luego los represente. La libertad de este tipo de juegos permite que los niños sean creativos.

La imaginación alimenta la creatividad y algunos estudios también han encontrado que los adolescentes creativos tienden a tener amigos imaginarios en la infancia.

4. Mejorar la comunicación, el vocabulario y el lenguaje

El vínculo entre el juego temprano y las habilidades de comunicación posteriores también es evidente en la investigación.

Un estudio buscó comprender si la comunicación podría beneficiarse del juego. Los investigadores observaron lo que sucedía cuando un bebé comenzaba a jugar con un juguete. Descubrieron que si la madre respondía manipulando y nombrando los juguetes, el bebé, cuando se le hiciera la prueba tres meses después, tendría mejores habilidades lingüísticas.

Otro estudio, realizado por la Universidad de Georgia, observó a sesenta y cinco niños de jardín de infantes en sus aulas durante cuatro semanas. Se encontró que la presencia del juego, especialmente el juego dramático, predice el desempeño en prelectura, lenguaje y escritura.

El juego de simulación es especialmente beneficioso porque permite que los niños pequeños practiquen vocabulario nuevo cuando hablan y tratan de entender a los demás. Durante el juego social, a menudo intercambian palabras y acciones para llegar a acuerdos.

5. Promover el Control de Impulsos y la Regulación de las Emociones

La autorregulación es una de las habilidades más importantes para la preparación escolar. Los niños bien controlados pueden esperar su turno, resistir la tentación de agarrar objetos de otros niños, controlar las emociones negativas y persistir a través de actividades desafiantes.

En un estudio de Nueva Zelanda, los psicólogos examinaron cómo los niños manejaban los eventos negativos durante los juegos de simulación. Descubrieron que los niños que tenían más juegos de simulación con sus cuidadores regulaban mejor sus emociones para seguir jugando.

La regulación de las emociones no solo es esencial para el éxito académico, sino también los aspectos psicosociales del desarrollo infantil. Es un fuerte predictor del éxito social de un niño. En preescolar, los niños que exhiben un mejor control emocional son más simpáticos y socialmente competentes.

6. Aumentar la competencia social y la empatía

El juego es crucial para mejorar el desarrollo social de los niños. El juego activo no estructurado con otros, incluidos padres, hermanos y compañeros, es una oportunidad importante para cultivar habilidades sociales. Mientras juegan, el acto de fingir y negociar con sus compañeros mejora las habilidades sociales de los niños.

Jugar también brinda oportunidades para que los niños aprendan la interacción social. Mientras juegan juntos, los niños aprenden a cooperar, seguir las reglas, desarrollar autocontrol y, en general, llevarse bien con otras personas.

Los psicólogos descubrieron que la cantidad y la complejidad de los juegos de fantasía de los niños en edad preescolar predijeron significativamente sus habilidades sociales y su popularidad, así como su actividad social positiva.

Los niños juguetones tienden a ser más felices, mejor adaptados, más cooperativos y más populares entre sus compañeros que los que juegan menos.

Los niños que juegan más también desarrollan más empatía, otro elemento esencial que hace avanzar las habilidades sociales. Tales niños crecen para tener una mejor comprensión de los sentimientos y creencias de otras personas.

7. Mejor Salud Física y Mental

Ya sabemos que el juego favorece el desarrollo emocional del niño. La inteligencia emocional es vital para la resiliencia y la salud mental de un niño.

El juego que involucra actividades físicas también promueve las habilidades motoras gruesas, la fuerza, la resistencia y la salud física.

8. Enseña lecciones de vida

El juego ayuda a los niños a desarrollar habilidades para resolver problemas.

Cuando los niños representan los problemas de la vida en el juego de simulación, les ayuda a hacer frente a las luchas a su manera. También brinda una oportunidad segura para que los niños ensayen habilidades y futuros roles sociales.

Cuando los niños prueban varios roles, aprenden a adoptar diferentes perspectivas, lo que les ayudará aún más en el pensamiento abstracto.

9. Fortalecer la relación con los cuidadores y los compañeros

Los padres que juegan con sus hijos forman un vínculo más fuerte con ellos. Incluso los juegos simples como la búsqueda del tesoro pueden convertirse en un momento de unión especial para padres e hijos. Estas interacciones brindan experiencias de vida positivas que estimulan el desarrollo cerebral de los niños.

Por último, pero no menos importante, los momentos felices y divertidos son algunos de los regalos más preciados que podemos dar a nuestros hijos.

Reflexiones finales sobre el juego

Debido a que el juego es imperativo en el desarrollo de un niño, los preescolares basados ​​en el juego pueden brindar un mejor entorno de aprendizaje que otras alternativas. Al elegir un preescolar, los padres deben prestar atención a cómo se llevan a cabo las clases, si se utiliza el enfoque de "jugar para aprender" y cuánto juego libre se permite. Crear un hogar Montessori también es una buena alternativa.



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