El superdotado de bajo rendimiento

A pesar de su gran inteligencia y talento, algunos niños superdotados no están a la altura de su potencial en el aula. Estos son los niños superdotados que también tienen una discapacidad de aprendizaje. Más niños que niñas entran en esta categoría. Aproximadamente el 10 por ciento de los niños superdotados tienen un retraso en la lectura de dos o más niveles de grado, y aproximadamente el 30 por ciento de los niños superdotados tienen una discrepancia significativa entre su potencial, medido por las pruebas de inteligencia, y su rendimiento.

Cuando un especialista en educación diagnostica una brecha o un bajo rendimiento, buscará signos como una discrepancia significativa entre las partes verbales y no verbales de una prueba de coeficiente intelectual, o entre las puntuaciones de una prueba de coeficiente intelectual y una prueba de rendimiento estandarizada. La evaluación también puede incluir pruebas de aptitud, así como evaluaciones emocionales, de comportamiento y familiares.

En algunos casos, los padres pueden tener expectativas especialmente altas o poco realistas de un niño superdotado. Estos padres pueden tener dificultades para entender por qué un niño de inteligencia o talento superior tiene un bajo rendimiento. Pueden culpar a la escuela por no proporcionar la estimulación y el desafío adecuados a través de su plan de estudios y enseñanza. Pueden criticar a la escuela por enfatizar la conformidad en lugar de la originalidad y la creatividad.

Los superdotados de bajo rendimiento son especialmente propensos a desarrollar un mal concepto de sí mismos. Pueden volverse cada vez más negativos sobre sí mismos y sentirse cada vez más incompetentes, no aceptados y aislados. Sus expectativas de sí mismos tienden a disminuir a medida que se encuentran con una frustración continua y una falta de éxito a largo plazo.

Hable con el director de su escuela, un especialista en aprendizaje o un profesional que trabaje con niños superdotados para ayudar a un niño superdotado con bajo rendimiento a volver a la normalidad. Tal vez su hijo estaría mejor en un salón de clases regular recibiendo atención especial que en una clase especial para niños superdotados. No ignore el problema y espere simplemente que se resuelva solo. Nuevamente, el reconocimiento temprano de la situación y la intervención adecuada brindan el mejor resultado.


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