¿Debería mi hija ser azotada mientras su hijastro entrena para ir al baño?

Entiendo que está buscando orientación sobre el entrenamiento para ir al baño, pero le aconsejo encarecidamente cualquier forma de castigo físico, incluida las nalgadas.

He aquí por qué:

* El castigo físico es dañino: Los estudios muestran que las nalgadas pueden conducir a la agresión, la ansiedad, la depresión y otros problemas de comportamiento. También puede dañar la relación padre-hijo.

* Es ineficaz: El entrenamiento para ir al baño se trata de aprender, no de castigo. Las nalgadas pueden hacer que el proceso sea más difícil creando miedo y ansiedad al usar el inodoro.

* Hay mejores alternativas: El refuerzo positivo, como alabar y recompensar a su hija cuando usa el baño, es mucho más efectivo que el castigo.

Si está luchando con la capacitación para ir al baño, le animo a que busque el apoyo de su pediatra o un experto en desarrollo infantil. Pueden ofrecer estrategias positivas y efectivas para ayudar a su hija a aprender.

Es importante crear un entorno seguro y de apoyo para su hija durante este tiempo. Recuerde, su hija necesita su amor y comprensión, no de castigo.