Los beneficios de la presión de grupo durante el entrenamiento para ir al baño
“Hoy fui al baño con Eric”, informa Frank, de cuatro años, a sus padres durante la cena. "Eso es bueno, Frank", dice su padre con una mirada a su esposa. "¿Usaste el orinal tú solo?" “¡Me oriné en el inodoro!” Frank dice con orgullo, sirviéndose más pan. “Eric también orinó. ¡Hicimos una X con nuestra orina! Los padres de Frank intercambian una sonrisa mientras Frank se ríe con deleite por su hazaña. Saben que la alegría que siente Frank al compartir sus habilidades para aprender a usar el baño con un amigo es un motivador poderoso.
La creciente conciencia social de los niños en edad preescolar, su amor por observar y categorizar todos los aspectos del comportamiento de sus compañeros, desde lo que comen en el almuerzo hasta si usan pañales o calzoncillos, alimenta un deseo creciente de ser como sus amigos. Si bien este aspecto del desarrollo de un niño puede ir en contra de su progreso en el uso del baño a los dos años y medio o tres años, cuando puede decidir que quiere volver a usar pañales porque muchos niños en la guardería los usan, se convierte en una fuerza más positiva a medida que el uso del baño se vuelve más común entre sus compañeros de clase.
Puede aprovechar esta tendencia natural a conformarse señalando, sin vergüenza ni prejuicios, cuáles de los niños que su hijo conoce han aprendido a usar el orinal. Tenga en cuenta el hecho de que es más probable que los niños en edad preescolar imiten a las personas que más les gustan o admiran. Este es un momento para mantener la mente abierta sobre los muchos aspectos del uso del baño que cautivan a los niños pequeños. Si bien es posible que no entendamos del todo la emoción de compartir un baño con un amigo, la micción comunitaria ha ayudado a muchos niños en edad preescolar a tener éxito y disfrutar del entrenamiento para ir al baño.
Su hijo en edad preescolar ciertamente está encantado de aprender cómo es y cómo se parece a los niños que conoce, pero este es un momento en el que también se manifiesta una fuerte necesidad de adaptarse al comportamiento de los adultos del mismo sexo. Fascinados como suelen estar por el concepto de género, los niños de tres y cuatro años todavía tienen una comprensión limitada de lo que constituye la "masculinidad" y la "feminidad". Se confunden fácilmente, asumiendo que un adolescente con cola de caballo es una niña o que una niña con el pelo corto y una gorra de béisbol es un niño.
Usar el baño es una forma obvia de discernir las diferencias entre géneros y solidificar el propio sentido de género. Como resultado, su niño en edad preescolar varón puede sentirse muy orgulloso de orinar de pie “como papá”, mientras que una niña de esta edad puede disfrutar de usar el orinalito mientras mamá se maquilla cerca. Nuevamente, es mejor usar esta tendencia natural para categorizar a favor de su hijo.
Querer usar el baño "como un niño" o "como una niña" es una señal de que su hijo está explorando todos los aspectos de lo que significa ser él mismo.
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