Por qué los niños pequeños pueden tener retrasos en el habla

Una amplia gama de problemas puede interrumpir el desarrollo del habla de su niño pequeño. Las deficiencias físicas pueden impedir que su hijo forme correctamente las palabras. Alternativamente, los problemas de procesamiento pueden impedir que el sistema de comunicación interna de su hijo lleve un mensaje entre el cerebro y la boca.

Si le preocupan los posibles retrasos en las habilidades verbales o la comprensión del lenguaje de su hijo, considere estos factores. Todos ellos pueden desempeñar un papel en los retrasos en el habla y el lenguaje.

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Impedimentos físicos

Un paladar hendido es un ejemplo extremo de una deficiencia oral que puede afectar el habla. Otro problema que puede afectar la producción del habla es tener un frenillo inusualmente corto, que es el pliegue que sujeta la lengua a la parte inferior de la boca.

Los problemas físicos como este suelen ser detectados por su pediatra antes de que su hijo comience a hablar. En algunos casos, sin embargo, se pueden pasar por alto hasta que su hijo comience a ver a un dentista o comience a mostrar signos de retraso en el habla.

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Problemas motores orales

Muchos niños con retrasos en el habla tienen problemas con la comunicación en las áreas del cerebro responsables de la producción del habla. Esto puede deberse a problemas como la apraxia del habla infantil (CAS).

En este caso, su hijo puede tener problemas para controlar los músculos y las partes del cuerpo que usa para hablar. Sus labios, lengua o mandíbula, por ejemplo, pueden no hacer lo que "deberían" hacer para producir ciertas palabras.

Estos tipos de problemas del habla pueden existir solos o junto con otras dificultades motoras orales. Por ejemplo, algunos niños con retrasos en el habla también tienen problemas para comer.

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Retraso general del desarrollo

Un retraso en el habla puede estar relacionado con otros retrasos en el desarrollo. Por supuesto, cada niño alcanza hitos a su propio ritmo. Sin embargo, es posible que desee hablar con su pediatra acerca de realizar una evaluación si observa que otras habilidades y destrezas también se están desarrollando lentamente.

Específicamente, preste atención a si las habilidades motoras, verbales y cognitivas están en el nivel esperado para la edad de su hijo.

Los problemas del habla relacionados con los retrasos en el desarrollo pueden incluir hablar muy poco (o nada en absoluto), no entender lo que dicen los demás, repetir lo que dicen los demás o no tener emoción o inflexión y entonación al hablar.

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Problemas de audición

Los problemas de audición también están comúnmente relacionados con el retraso en el habla. Esta es la razón por la que un audiólogo debe evaluar la audición de un niño siempre que haya un problema del habla.

Un niño que tiene pérdida auditiva puede tener problemas tanto para entender el habla de los demás como para escuchar sus propias vocalizaciones. Esto hace que sea difícil de entender y dominar las palabras. También evita que el niño imite palabras y utilice el lenguaje con fluidez y corrección.

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Infecciones del oído

Desafortunadamente, es muy común que los niños tengan más de una infección de oído antes de su tercer cumpleaños. Sin embargo, eso no significa que un niño que ha tenido una infección corra automáticamente el riesgo de tener problemas de audición y retrasos en el habla.

Una infección de oído común que desaparece sin problemas después del tratamiento no aumentará el riesgo de que su hijo tenga problemas del habla. Las infecciones crónicas, por otro lado, pueden afectar el habla.

Estos tipos de infecciones se caracterizan por inflamación e infección en el oído medio de su hijo. Es posible que la infección no desaparezca con los tratamientos habituales y que vuelva a aparecer en períodos breves.

Si su hijo entra en esa categoría, es posible que su pediatra quiera que vea a un especialista en oído, nariz y garganta (ENT) o puede recomendarle que le coloquen tubos en los oídos.


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