¿Qué significa cuando su hijo de 3 años no quiere comer?

Es común que los niños de 3 años pasen por fases donde no quieren comer, y puede ser frustrante para los padres. Aquí hay algunas razones potenciales y qué hacer:

Posibles razones:

* comiendo quisquilloso: Esta es una etapa de desarrollo normal. Los niños de esta edad están desarrollando sus propias preferencias y pueden ser más sensibles a las texturas y gustos.

* lucha de poder: Regir alimentos puede ser una forma para que los niños pequeños ejercen el control y los límites de la prueba.

* Distracciones: Un ambiente ocupado o estimulante puede dificultar que un niño se concentre en comer.

* enfermedad: Una enfermedad leve, como una infección fría o oída, puede afectar el apetito.

* Problemas sensoriales: Algunos niños tienen sensibilidades sensoriales que hacen que ciertos alimentos o texturas sean poco atractivos.

* Cambios en la rutina: Cualquier cambio, como comenzar la guardería o un nuevo miembro de la familia, puede interrumpir los hábitos alimenticios de un niño.

* Falta de hambre: A veces, los niños simplemente no tienen hambre, especialmente si obtienen suficientes calorías y nutrientes de otras fuentes.

Qué hacer:

* Mantenga la calma: No estrese ni obligue a su hijo a comer. Esto puede crear una asociación negativa con la comida y empeorar la situación.

* Variedad de oferta: Mantenga las comidas interesantes ofreciendo una variedad de alimentos saludables, incluidos diferentes colores, texturas y sabores.

* porciones pequeñas: Ofrezca porciones más pequeñas de las que cree que su hijo necesita. Siempre pueden pedir más si tienen hambre.

* Limite las distracciones: Cree un ambiente de alimentación tranquilo y relajado. Apague el televisor, guarde los juguetes y haga que su hijo se siente a la mesa con usted.

* Haga que las comidas sean divertidas: Involucre a su hijo en la preparación de alimentos. Permítales ayudar a elegir comidas, colocar la mesa e incluso probar nuevos alimentos.

* No sobornas ni recompense: Esto puede ser contraproducente y hacer que el niño vea la comida como una recompensa en lugar de algo para disfrutar.

* Respeta el apetito de su hijo: Si no tienen hambre, no los obligue a comer. Comerán cuando estén listos.

* Consulte a un profesional de la salud: Si la falta de apetito de su hijo es persistente, o si tiene preocupaciones sobre su peso o crecimiento, hable con su pediatra.

recuerda: El apetito de un niño puede fluctuar. Es importante ser paciente y consistente con su enfoque para las comidas. Con el tiempo, su hijo desarrollará hábitos alimenticios saludables.