Señales de advertencia de comportamiento infantil normal y anormal

Se supone que los niños deben romper las reglas a veces. Poniendo a prueba los límites es cómo aprenden sobre sí mismos y el mundo. Las consecuencias que les das enseñan importantes lecciones de vida.
A veces, sin embargo, los problemas de comportamiento pueden ser un signo de un problema más serio. Cuando se trata de diferenciar entre problemas de conducta normales y anormales, es importante saber un poco sobre el desarrollo infantil. Lo que es normal para un niño en edad preescolar no lo es para un adolescente.
Comportamiento preescolar normal
A medida que los preescolares buscan la independencia, es normal que discutan y ejerzan su derecho a decir “no”. Por lo general, vacilan entre exigir que son un niño grande que puede hacer todo por su cuenta, o utilizar el lenguaje infantil para declarar que necesitan ayuda con una tarea sencilla.
Los niños en edad preescolar pueden exhibir una rabieta ocasional, pero deberían estar ganando más control sobre sus emociones e impulsos en comparación con cuando eran niños pequeños. Cualquier rabieta en esta etapa debe ser más corta y menos intensa que en los años de la niñez.
Los niños de 4 y 5 años pueden exhibir alguna agresión menor, pero deberían aprender a usar sus palabras en lugar de violencia.
Comportamiento normal de los niños en edad escolar
A medida que los niños de la escuela primaria asumen más responsabilidades, a menudo quieren más libertad de la que pueden manejar. Es probable que requieran una buena cantidad de orientación cuando se trata de hacer las tareas del hogar, completar su tarea y cuidar su higiene. A medida que comienzan a resolver problemas por su cuenta y prueban nuevas actividades, es posible que tengan dificultades para lidiar con el fracaso.
Los estudiantes de primaria generalmente necesitan un poco de ayuda para lidiar con las emociones incómodas, como la frustración y la ansiedad, y es común que les falte el control de los impulsos verbales.
Comportamiento normal de los preadolescentes
Cuando los niños llegan a la preadolescencia, su incipiente independencia a menudo se manifiesta en su actitud hacia sus padres. Es normal que los preadolescentes se muestren ligeramente opositores y discutidores cuando comienzan a tratar de separarse de sus padres.
Los preadolescentes pueden tener dificultades con las habilidades sociales y pueden informar desacuerdos frecuentes con amigos. También tienden a carecer de la capacidad de reconocer las consecuencias a largo plazo de su comportamiento. Los preadolescentes necesitan atención positiva para reforzar su buen comportamiento durante estos años difíciles.
Concéntrese en enseñarle a su hijo habilidades para la vida, como cómo lavar los platos, así como habilidades sociales, como cómo saludar a una persona nueva. Busque momentos de aprendizaje y convierta los errores de su hijo en oportunidades de aprendizaje.
Comportamiento normal de los adolescentes
A los adolescentes a menudo les gusta pensar que son adultos, pero aun así necesitan ayuda para tomar decisiones saludables. Esté preparado para lidiar con una variedad de fases en las que su hijo adolescente puede entrar mientras trata de determinar quién es como individuo. Por ejemplo, es común que los adolescentes cambien de grupo social o prueben nuevos peinados o estilos de ropa mientras intentan establecer su identidad.
Los adolescentes deberían haber mejorado su autodisciplina cuando se trata de hacer su tarea o terminar sus tareas a tiempo. Todavía pueden estar bastante malhumorados y un poco de incumplimiento y desafío leves son normales.
La rebelión menor también es normal, ya que los adolescentes a menudo quieren mostrarles a sus padres que pueden tener control sobre sus propias vidas. Mientras su hijo adolescente viva bajo su techo, es importante establecer reglas claras y cumplir con las consecuencias.
Cuándo preocuparse
Estas señales de advertencia generales pueden indicar problemas de comportamiento más serios, especialmente cuando se comparan con lo que es apropiado para el desarrollo. Si tiene inquietudes sobre el comportamiento de su hijo, hable con el médico de su hijo. Pueden ayudarlo a determinar si el comportamiento de su hijo es normal o si es necesario derivarlo a un especialista.
Dificultad para manejar las emociones
Aunque es normal que los niños en edad preescolar tengan rabietas ocasionales, los niños mayores deberían poder lidiar con sus sentimientos de una manera socialmente apropiada. Si su hijo no puede controlar su ira, frustración o decepción de una manera apropiada para su edad, es posible que tenga un problema emocional subyacente.
Control deficiente de los impulsos
El control de los impulsos se desarrolla lentamente con el tiempo. Los niños que se vuelven agresivos después de comenzar la escuela, o los niños que le gritan a su maestro cuando son adolescentes, probablemente necesiten ayuda para desarrollar mejores habilidades.
Falta de respuesta a la disciplina
Es normal que los niños repitan sus errores de vez en cuando para ver si un padre sigue adelante con disciplina. Pero no es normal que un niño muestre el mismo comportamiento repetidamente si aplica una disciplina constante. Si su hijo continúa exhibiendo el mismo mal comportamiento independientemente de las consecuencias, podría ser un problema como el trastorno de oposición desafiante.
Luchas en la escuela
El comportamiento que interfiere con la escuela no es algo que se deba ignorar. Este mal comportamiento puede indicar un trastorno de conducta subyacente o una discapacidad de aprendizaje. Ser expulsado de clase, meterse en peleas en el recreo y la dificultad para concentrarse en la tarea son posibles señales de advertencia.
Problemas con las interacciones sociales
Cuando el comportamiento interfiere con la interacción social, esto es motivo de preocupación. Es normal que los niños peleen con sus compañeros, pero si el comportamiento de su hijo les impide tener amigos, eso es un problema. Los niños deben poder desarrollar y mantener relaciones saludables con sus compañeros.
Comportamiento sexualizado
Los comportamientos sexualizados que no son apropiados para el desarrollo son una señal de advertencia, a menudo de exposición al trauma o al abuso sexual. Es normal que los niños sientan curiosidad por el sexo opuesto y quieran saber de dónde vienen los bebés. Pero el comportamiento sexualizado nunca debe ser coercitivo, a ninguna edad.
Autolesión
Cada vez que alguien (adulto o niño) se autolesiona, debe prestar atención. Golpearse la cabeza, quemarse o cortarse son comportamientos que deben ser evaluados por un profesional de la salud mental. También es importante que un profesional evalúe a un niño si se habla de suicidio.
Si su hijo tiene pensamientos suicidas, comuníquese con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 para el apoyo y la asistencia de un consejero capacitado. Si usted o un ser querido están en peligro inmediato, llame al 911.
Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestra base de datos de la línea de ayuda nacional.
Una palabra de Verywell
Los problemas de comportamiento menores a menudo se pueden abordar cambiando su estrategia de disciplina. Busque maneras de hacer que la disciplina sea más efectiva. Por ejemplo, si ha estado castigando a su hijo por no hacer su tarea, intente ofrecerle una consecuencia positiva que lo motive a hacer su trabajo. Los problemas de comportamiento más serios requieren ayuda profesional. Pida una remisión a su médico de familia o a un consejero escolar.
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