¿Por qué la infancia es un pensamiento crítico?

Si bien el "pensamiento crítico" como un concepto formal no se aplica completamente a los bebés, sus cerebros son increíblemente activos y participan en un proceso de aprendizaje y desarrollo rápido que forma la base para futuras habilidades de pensamiento crítico .

Así es como la infancia es crucial para el desarrollo del cerebro y, indirectamente, para el pensamiento crítico:

* Exploración sensorial: Los bebés exploran constantemente su entorno a través de sus sentidos, aprendiendo sobre el mundo a través del tacto, el sabor, el olor, la vista y el sonido. Esta exploración construye conexiones neuronales y establece las bases para comprender la causa y el efecto.

* Permanencia del objeto: Los bebés aprenden que los objetos todavía existen incluso cuando no pueden verlos. Este es un concepto fundamental que les ayuda a comprender el mundo más allá de su percepción inmediata, un aspecto clave del pensamiento crítico.

* Desarrollo del lenguaje: Los bebés escuchan y aprenden el lenguaje de sus cuidadores, comenzando a formar conceptos y comprender las relaciones entre palabras y objetos. Esto prepara el escenario para un futuro razonamiento lógico.

* Interacción social: A través de las interacciones con los cuidadores, los bebés aprenden a leer expresiones faciales, comprender las emociones y desarrollar habilidades sociales. Estas habilidades son esenciales para el pensamiento crítico, lo que a menudo implica considerar múltiples perspectivas y comprender la dinámica social.

* Reconocimiento de patrones: Los bebés están muy en sintonía con los patrones y la repetición, lo que les ayuda a aprender sobre el mundo y hacer predicciones. Esta capacidad de reconocer patrones es crucial para el pensamiento crítico, lo que a menudo implica identificar tendencias y dibujar inferencias.

En esencia, si bien los bebés pueden no participar en el pensamiento crítico formal, están construyendo activamente las bases para ello a través de sus interacciones con el mundo y sus cerebros en rápido desarrollo. Las experiencias que tienen en la infancia sientan las bases para las habilidades que necesitarán pensar críticamente más adelante en la vida.